Puede que haya debido escribir acerca de modas en este blog, claro, únicamente de modas, pero no lo considero así, pues es un espacio en el que explico un poco mi vivir y sentir diario, y considero que este tema merece un poco más de importancia.
No soy experta en política internacional, tampoco en derechos humanos, no conozco las leyes a la perfección, tampoco soy una sabionda de los gobiernos, pero soy un ser humano, una mujer que cree en la libertad, la misma que está oprimida en un país cercano llamado Venezuela.
Antes que nada, sé por mis estadísticas, que tengo lectores de allá, y puede que les guste lo que diga como no, pero no se trata de polarizarlos, sólo disculparme de antemano para no generar anticuerpos, por si ofendo a alguien claro. Luego de leer mi humilde opinión, puede que estén de acuerdo conmigo, como puede que me odien, pero, vamos, no soy moneda de oro para gustarle a todo mundo, y si hay algo que he aprendido con el pasar de los años, es que a mi nadie me quita la libertad de expresarme libremente.
Mientras yo viajaba en mis vacaciones la semana pasada, al pasar mi wall de noticias, mencionaba una crisis explosiva en un país que me simpatiza mucho por su calidad de gente, al que nunca he ido, pero conozco a su gente de cerca por amistades de la vida. Venezuela, figuraba en todos los medios, en todas las portadas, canales, pero extranjeros, de la boca para afuera, no de su interno rugir, no desde sus entrañas, porque un "poder" le tapó la boca.
Venezuela, según testimonios cercanos, y según mis ojos que ven noticias, viene siendo explotada, mal repartida, agobiada, insegura y reprimida. Cientos de personas están cansadas, desesperadas, por darle a sus hijos un FUTURO, sí, eso que piensas cada vez que imaginas lo que vas a hacer con tu vida y la de los tuyos con gran satisfacción, la diferencia es que mientras tú sueñas, ellos agonizan, porque en cada día de marcha, su futuro, va muriendo a manos del gobierno.
Vi también unos videos, de gente real, mujeres llorando la muerte de sus hijos, hablando a cámaras extranjeras para suplicar intervención Latinoamericana, para calentar la actitud tan tibia de los gobernantes que están alrededor de su agonizante patria. Videos en los que hasta policías lloran por lo que le sucede a su país, pero que todavía no alcanzan el suficiente desdeo de patria como para tirar las armas y ponerse del lado blanco, del lado de la "oposición fascista", porque así le llaman, sin entender ni verificar en el diccionario el significado de la segunda palabra.
Vidas que se van por culpa de las balas de esos "malditos" como dijo Bolivar, porque si no lo recuerdan, maldijo a aquel soldado que apuntara contra el pueblo. Héroes detenidos, torturados y una patria partida en dos. Eso es lo que vemos todos los días.
Quizás no viva la realidad en carne y hueso, pero créeme que no dudaría en hacer patria por mi hijo, por mi, por los míos, porque es lamentable que una madre muera en marcha, en lucha, pero es más lamentable un niño creciendo con vida miserable y sin posibilidad de desarrollo, muriendo en una calle insegura, o muriendo de hambre por falta de alimento en los anaqueles.
De repente, nadie se toma el trabajo de leer esto, pero debo escribir conscientemente para liberar todos mis demonios, porque la ira e indignación que siento, no es más grande porque ya no me da el cuerpo.
Hace unos días me dijeron "activista", y yo opino que sea o no activista, pienso decir siempre lo que me parece, sin ser la dueña de la verdad, y sin tener la experiencia en el ámbito, con un punto de vista humilde pero sincero desde mis adentros.
Por otro lado, me apena mucho que Venezuela esté afrontando esta situación por el hecho de que ha despertado, por el hecho de que se siente cansada, y si ves bien los noticieros, o las imágenes en internet, no son "4 gatos". Entonces, si vemos tanta injusticia y cosas sin sentido en nuestro país, gente sin voz ni voto, niños, mujeres, ancianos maltratados, personas muriendo en los hospitales del estado por falta de atención, por mal trato, por "profesionales" cansados de sus miserables sueldos, haciendo que la gente se muera sentada en emergencias bajo la misma calidad de miserables, ¿Qué?, ¿Nos pasará lo mismo por querer despertar?, habría que ver.
Para terminar, sólo quisiera agradecerte por haber llegado hasta este punto, ya que significa que algo te llamó la atención de esta publicación, la misma que hice sin necesidad de que me paguen, de que me premien, sólo por el gusto de expresar mi sincero pensamiento y deseo de paz.
Espero sinceramente, y rezo mucho, porque esta situación llegue a buen puerto, que no se registren más muertes, más familias destrozadas, más lágrimas, más sangre. Que la paz llegue pronto para nuestros hermanos Venezolanos, porque para mi, en mi opinión, somos hermanos todos aquellos, que juramos luchar por una libertad en común, sea de la forma que sea, y si por ahora, muchos estamos a la distancia, estamos lejos, somos de otro país como en mi caso, y no podemos marchar con ustedes, créanme que nuestras oraciones están sobrepasando el límite diario, porque estamos de acuerdo con ustedes, porque queremos que "el opresor", se vaya lejos y no vuelva.
¡No podemos ser indiferentes ante el dolor ajeno!
Bendiciones.
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